Hay una gran diferencia entre ser de un sitio y sentirse de un sitio. Para todos aquellos que sean de Barcelona y quieran empezar a sentirse un poco más barceloneses, os proponemos estas cuatro actividades que estáis casi obligados a realizar:
– Un pequeño viaje por aguas barcelonesas a bordo de alguna de las Golondrinas de la zona de Drassanes puede ser una buena opción. Las Golondrinas empezaron a funcionar en la ciudad a mediados del siglo XIX, en el año 1884, y actualmente realizan multitud de trayectos que permiten ver desde las grandes estructuras del Puerto de Barcelona hasta el increíble “skyline” del litoral de la ciudad.
– Esta es seguramente la actividad más dulce que os podríamos proponer, y es que pasar una tarde por las ‘granjas de la calle Petritxol en búsqueda del suizo con nata perfecto será todo un placer. Como no podría ser de otro modo y para seguir con las tradiciones de la manera más fidedigna, acompañarlos con una ración de churros o ensaimadas será ya el remate ideal que probablemente hará que repitáis pronto.
– Barcelona fue una ciudad duramente golpeada por la Guerra Civil Española tal y como podréis comprobar haciendo una visita en cualquiera de los refugios antiaéreos abiertos al público con los que cuenta la ciudad actualmente. Uno de los mejor conservados es el Refugio 307, situado en la calle Nou de la Rambla 179, en el barrio de Poble-Sec. Los vecinos y vecinas de este humilde barrio bercelonés fueron clave en la construcción de este refugio que llegó a contar incluso con baños, zona infantil y chimenea.