Realce los sabores de su plato con el vino adecuado. La opción más fácil: dejarse guiar por nuestro experto somelier. El reto: elegir el vino usted mismo para quedarse con toda la mesa (y quizás incluso con nuestro experto somelier). Recuerde que el maridaje no es una ciencia exacta y los hay para todos los gustos. Haga caso a su olfato.
Primera propuesta: tapeo & Blanco joven
Si vamos a tomar una variedad de platillos de muy diferentes características -pongamos por caso ostras, atún rojo, jamón de Guijuelo, buñuelos de bacalao y croquetas de ‘carn d’olla’- lo mejor será apostar por un vino blanco joven y afrutado. De esta manera, no esconderemos los sabores de las tapas más delicadas, nos refrescará la boca ante tal mezcla de bocados y la limpiará entre uno y otro. Entre las muchas opciones de nuestra carta, dos catalanes muy recomendables: Carisma (Montant i Sell), elaborado con Riesling y Gewürztraminer, cítrico y mineral, y Bancal del Bosc Blanc (Vinyes Domènec, D.O. Montsant), a base de Garnatxa Blanca, frutal y agradable. Un tinto joven o un siempre versátil vino espumoso son igualmente indicados para tapear si son más de su gusto.