Comenzar el ágape con un aperitivo siempre es una buena idea. Y es que una copa previa a la comida nos va a ayudar a abrir el apetito y va a prepararnos para descubrir todo el abanico de sabores, texturas e ingredientes que está por llegar. Los tragos de aperitivo debemos paladearlos poco a poco, con calma, ya que van a permitirnos ir abriendo boca al tiempo que disfrutamos del ambiente siempre agradable y cálido de Windsor, ya sea en nuestra terraza o en alguno de nuestros salones. Estas tres propuestas infalibles, para todos los gustos y sensibilidades, son grandes opciones para un aperitivo perfecto.
Cava
Una copa del espumoso local, cada vez más internacional, es siempre bienvenida. Consolidado como el aperitivo más vendido en Windsor –por algo será–, este delicioso vino doblemente fermentado en botella aporta acidez, frescura y vivaces burbujas a nuestro sediento paladar. Un sensacional primer trago que marca el fraternal inicio de cualquier evento gastronómico. Nos hará salivar y nos pondrá de mejor humor sin que apenas nos demos cuenta. La mejor manera para comenzar a abrir boca. Por méritos propios (tradición, calidad, proximidad), el cava es el aperitivo número uno.
Vinos de Jerez
Para estos casos, nos gustan en especial los de la familia más pálida (los ‘pale’, como el fino o la manzanilla). Se beben fríos, aunque no demasiado, y destacan por su gran salinidad y acidez, característica que despierta nuestras papilas y las predispone a seguir atentas durante el resto del ágape. Otro factor a destacar es su considerable grado alcohólico (habitualmente de los 15 a los 20 grados). Esto genera una rápida afluencia de sangre al estómago, lo que contribuye a una buena digestión. Os lo recomendamos sinceramente porque es un trago tan conocido como olvidado: sensacional.
Campari con zumo de naranja natural
Puede ser que lleguéis a Windsor muy sedientos o mucho calor. En este caso, este aperitivo resulta ideal. El zumo reduce el grado alcohólico del Campari y aporta más hidratación a la mezcla; además, su dulzor compensa el intenso amargo del Campari. Este combinado nos ofrece una amplia sensación en boca, ya que triangula entre lo dulce, lo amargo y lo ácido. Aunque va a gustos, la proporción que recomendamos es de dos partes de zumo y una de Campari. Lo servimos en un buen vaso de cristal grueso previamente perfumado con piel de naranja y un par de piedras de hielo.