Muchos clientes vienen a Windsor a disfrutar de una buena comida o cena, pero no olvidemos que la experiencia gastronómica siempre es más completa si se sabe acompañar de un vino que explote los matices de cada plato. Muchos de nuestros comensales saben qué copa tomar pero muchos otros se dejan aconsejar por el sumiller de la casa, David Amat.
Por eso hemos pedido a David que elija cuatro tipos de vino para cuatro platos de la carta de Windsor (él siempre tiene a punto varias opciones de botella para cada propuesta de maridaje que encajan con el gusto de cada cliente). Y esta ha sido su elección.
Coca de foie y fresones (virutas de foie gras, fresones del Maresme, reducción de Pedro Ximénez, pasas y piñones): «Lo maridaremos con un espumoso rosado que se asocia muy bien con los aromas de frutos rojos y le aporta la necesaria frescura para percibir la untuosidad del foie».
Morro de bacalao confitado (con picada de aceitunas verdes y negras, albahaca, alcaparras y ajos tiernos): «Funciona muy bien con una garnacha blanca del Montsant que posee suficiente cuerpo y potencia aromática para aguantar el plato y aportarle al pescado la mineralidad del vino».
Pichón de Bresse de dos cocciones (salteado de pera y salsifíes, jugo de cocción y vinagre Forum Cabernet Sauvignon): «Este plato complejo y con fuerte expresión de sangre casa perfectamente con un vino de la DO Toro, intenso pero muy redondo. Sobresale por su tanicidad y su potencia pero a la vez hará destacar el plato».
Ravioli de chocolate (emulan el tradicional pan con aceite, chocolate y sal): «A esta creación le va de maravilla una garnacha dulce del Priorat algo envejecida y con notas rancias. Las dos familias aromáticas: la de la garnacha y la del chocolate junto con el pan tostado se abrazan para conseguir una deliciosa experiencia».