En los últimos años, el mundo de la gastronomía no ha parado de ganar adeptos ávidos de descubrimientos. Y los restaurantes tratamos de responder a esas inquietudes con nuevos platos a base de innovación y de inspiración en otras culturas, tomando prestado de aquí y de allí técnicas, recetas y también ingredientes.
Es la evolución natural de la gastronomía. Fijémonos en tantísimos productos que consumimos hoy de forma habitual como si fuesen ‘nuestros’ pero que en realidad fueron importados hace siglos o décadas de otros continentes: la patata, el tomate, la piña, el maíz, el café, el cacao, el kiwi…
Ya lo decía Joan Junyent, director del restaurante, en una entrevista que publicamos en este mismo blog: “Barcelona es una ciudad donde, desde siempre, han coincidido muchas influencias, nacionalidades y culturas. Y a nivel gastronómico nos hemos dejado colonizar. Por eso la cocina catalana es la suma de nuestro recetario puesto al día con productos y técnicas de todo el mundo. Sin entender este mestizaje, no podemos entender la cocina local. Por eso en Windsor hablamos de cocina catalana contemporánea”.
Un buen ejemplo de nuestra filosofía es el quinotto, un plato que nos gusta (y gusta a los clientes) y que lleva quinoa, un ingrediente de América del Sur. En los últimos años, los productos y el recetario de esta zona geográfica han inspirado a los chefs nacionales. De allí llegan el ceviche, el ají, los tacos, la patata morada…
La quinoa es un pseudocereal completo (integral) con alto valor proteico y vitamínico que proviene de los Andes. Sus propiedades han hecho que este producto tan arraigado en la cultura peruana, considerado un ingrediente “pobre” durante siglos, haya alcanzado hoy en día nuevos mercados y nuevas cotas de popularidad y prestigio. Se ha beneficiado de un interés creciente por parte de una población que cada vez se preocupa más por mantener una alimentación más saludable. Hoy no solo vale comer bueno. Queremos comer bueno y sano.
Y el quinotto, mezcla de las palabras “quinoa” y “risotto”, lo es: un risotto elaborado con quinoa en lugar de arroz. “Cada vez más se nota que los comensales se quieren cuidar más y piden platos más ligeros y beneficiosos para el organismo. Para responder a esta demanda, el chef de Windsor, Carlos Alconchel, y todo el equipo, investigamos y creamos recetas en esta línea. Así nació, por ejemplo, este plato estrella de nuestra carta”, explica Joan Junyent.
El resultado de este trabajo es un sabroso quinotto con verduras, frutas, mariscos, flores… que servimos en verano. En otoño, nos motivamos más con las setas, semillas, especias, trufa… Como veis, siempre nos mantenemos fieles a los productos de temporada.
El grano de quinoa, durante su cocción, libera almidón, que junto con algo de caldo restante y un buen queso rallado produce la característica y deliciosa crema que convierte nuestros quinottos en platos indispensables para muchos de nuestros clientes.
Este plato es un buen ejemplo de lo que es darle la vuelta a una receta de siempre con la que sorprender al comensal con nuevos sabores y texturas, pero también con la que ayudarle a comer de forma más saludable.