El pan es uno de los pilares milenarios de la dieta mediterránea. No hay otros productos que se identifiquen de la misma manera no solo con nuestra manera de comer, sino también con nuestra cultura. Y en el restaurante Windsor, como orgulloso representante de la gastronomía catalana y, por extensión, mediterránea, tenemos claro que ofrecer el mejor de los panes es una magnífica carta de presentación ante una clientela cada día más exigente. Pero también toda una declaración de intenciones que indica cómo y qué valores defendemos en nuestro trabajo diario como casa de comidas de prestigio.
Porque con un trozo de pan artesano de calidad se pueden transmitir muchos mensajes: ‘bienvenidos a Windsor, aquí respetamos la tradición y a la historia, tenemos gusto por las cosas bien hechas y elaboradas artesanalmente, queremos poner en valor los productos de proximidad’. Todo eso es, definitiva, lo que pretendemos en el restaurante.
Por eso hemos elegido a Fleca Balmes como nuestro proveedor de pan. Experiencia, profesionalidad y cariño para conseguir una calidad suprema en unas creaciones que valoran incluso en Japón, donde este centenario horno del Eixample barcelonés, nacido en 1908, ha llegado a vender sus piezas. En Windsor creemos firmemente que para dar el mejor servicio a nuestros clientes necesitas contar con los mejores a tu lado. Y ellos lo son. Y con ellos estamos.
No sabríamos recomendarte cuál de todas estas maravillas que ofrecemos en la carta deberías probar. Mejor lo dejamos a tu elección: pan blanco de larga fermentación y masa madre cocido al horno de piedra: pan de nueces semi integral de masa madre cocido al horno de piedra; ‘pa amb tomàquet’ con aceite de oliva arbequina; pan de payés sin gluten; pan blanco de larga fermentación tostado, fregado con ajo y aderezado con aceite de oliva arbequina, y pan blanco con aceite, chocolate y sal.
Difícil escoger, ¿verdad?