El número de personas veganas y vegetarianas ha ido en aumento en los últimos años, así como el de flexiterianas (aquellos que sin ser estrictamente vegetarianos tienen una dieta compuesta mayoritariamente por productos de origen vegetal, con un pequeño porcentaje de proteína animal, especialmente procedente del pescado). Las frutas, verduras y hortalizas han pasado a tener un papel destacado en la alimentación de muchas personas, que cada día descubren nuevas sensaciones en ese universo nutritivo, multicolor y divertidísimo que son los productos del huerto. Las verduras son sexys, ligeras, versátiles, energéticas y sabrosas, y en Windsor han sido una seña de identidad de nuestra cocina desde nuestros inicios. Nos gustan tanto, y disfrutamos tanto experimentando con ellas, que no nos cansamos de probar más y más platos que las tienen como protagonistas. Nuestra apuesta es que sean siempre de proximidad, y procuramos que en su mayor parte sean también ecológicas.
Si hay algo que caracteriza la cocina tradicional catalana con un punto contemporáneo de Windsor es, precisamente, la apuesta por elaborar platos de temporada con productos de proximidad, pues nuestra máxima es ofrecer a nuestros clientes el mejor producto, en su momento óptimo de maduración y con el mejor sabor y textura. Es por ello que nos gusta ver cómo van cambiando las estaciones y con ellas los productos del huerto, que nos permiten experimentar con nuevos platos y borrar del imaginario de los comensales la idea errónea de que las verduras deben ser una guarnición o la base de una ensalada. Ni mucho menos. Las verduras de temporada pueden brillar con luz propia en cualquier plato y ser las auténticas protagonistas de creaciones de nota, que dejarán boquiabiertos a los comensales.
Desde nuestra ensalada tibia de verduras rustidas al carpaccio de alcachofas de El Prat –un plato que refleja a la perfección nuestro compromiso con el mejor producto de temporada–, el steak tartarde remolacha –un curioso trampantojo que suele arrancar una sonrisa en el comensal– o el arroz ahumado de verduras, un derroche de sabor con espárragos, brócoli, coliflor, judía verde… Las verduras brillan con luz propia en la carta de Restaurant Windsor, y aparecen también en otros platos como guarnición de carnes o pescados. Es el caso del rodaballo, que llega a la mesa acompañado de una melosísima berenjena confitada, o la ventresca de atún con puré de zanahoria escabechada, por no hablar del morro de bacalao con tomate confitado y ajos tiernos.
Y si esta temporada nos hemos vuelto locos con calçots, guisantes, habitas y alcachofas, verduras de temporada a las que hemos sacado el máximo partido en numerosos platos, los meses que llegan son, sin duda, un derroche de colores y sensaciones que llegan directamente del huerto. Pronto estarán con nosotros fresas, cerezas, espárragos trigueros, rábanos, espinacas y legumbres como los guisantes y las habas, que nos entusiasman. Nuestro equipo ya se frota las manos pensando en las múltiples posibilidades que ofrecen estos productos, que nos van a acompañar durante las próximas semanas para demostrarnos que no, que comer verduras no es aburrido, sino todo lo contrario.